Sobre nosotros

Empresa familiar desde 2007

Comenzamos este negocio en 2007 cuando hice una búsqueda en Google de un collar para perros con la bandera de Colombia (soy colombiana). No pude encontrarlo. Por curiosidad, busqué collares para perros con banderas de otros países y, para mi sorpresa, encontré muy pocos. Los collares con diseños de EE. UU. y el Reino Unido eran los más populares, pero no mucho más. Como una loca, lancé el negocio únicamente con la idea de que era algo que yo querría y, tal vez, otros también lo querrían. Y vi que muchas personas usaban camisetas, sudaderas con capucha, pañuelos, etc. con el orgullo nacional, así que concluí que el sentimiento era lo suficientemente fuerte y popular.

Al principio, el crecimiento fue dolorosamente lento. No mucha gente buscaba nuestros productos porque no sabían que existían. Con el tiempo, cada vez más gente los encontró y se corrió la voz. Después de unos años, el negocio se volvió autosuficiente y finalmente rentable. Nadie se hacía rico, pero lo pasábamos bien. Especialmente cuando instalábamos nuestra carpa en festivales y ferias callejeras. Pudimos conocer a mucha gente y ver su reacción cuando veían la bandera de su país en el collar de un perro o gato. Fue un trabajo duro, pero las sonrisas y la alegría valieron la pena. Mi parte favorita fue ver a nuestra hija, que empezó a trabajar con nosotros a los seis años, atendiendo la mesa en la que vendíamos golosinas para perros. Si alguna vez le has comprado algo a un niño de seis años, sabes lo adorable que puede ser la experiencia. Ella no fue una excepción. La gente incluso le daba propina y ella se iba contando su botín. Ahora está en la universidad y recuerda esos días con mucho cariño.

Le agradecemos por visitarnos y esperamos que encuentre algo que le guste aquí.